¿Por qué mi impresora no imprime bien los colores?
Se trata de uno de los errores más habituales cuando hablamos de impresoras de inyección de tinta (en algunos casos, incluso de impresoras láser): la mala o errónea impresión de colores.
O peor aún: directamente dejar de imprimir a color a pesar de que acabas de estrenar un cartucho de tinta o tóner.
Con todo, a pesar de ser un problema bastante común (especialmente cuando hablamos de equipos domésticos, menos optimizados que los multidispositivos profesionales), son muchas las causas que pueden dar al traste con la impresión a color de tus documentos.
En el artículo de hoy vamos a recopilar (y poner solución) los principales motivos que dan lugar a este error. Sin embargo, si no encuentras en la siguiente lista el fallo que está aquejando a tu impresora, no lo dudes: ponte en contacto con nosotros y, sin ningún tipo de compromiso, te echaremos una mano.
Te podemos asegurar que, tras más de 30 años dedicándonos a prestar servicios y consultoría de impresión a empresas de todo el territorio nacional, algo sabemos de este tema.
Por qué mi impresora imprime mal los colores: principales causas
Falta de tinta
Algo bastante evidente, pero que no podíamos dejar de mencionar. Con todo, la mayoría de equipos actuales de inyección de tinta disponen de un software para avisarnos de cuando queda poca tinta (o, incluso, de cuando queda poca tinta para hacer X impresión determinada). De tal forma que la propia impresora se “negará” a imprimir determinado documento si para ello no le alcanza la tinta disponible.
En este caso, el remedio es bien sencillo: habrás de cambiar el consumible en cuestión por uno nuevo.
Calibración del monitor
En este caso, el problema no se deberá a tu impresora (no al menos del todo), sino al susodicho monitor.
Cuando realices impresiones (sobre todo impresiones a color, como fotografías o ilustraciones) deberás calibrar monitor e impresora para que ambos coincidan y así el documento en cuestión sea impreso para mostrar un resultado idéntico al que aparece en pantalla.
Perfil de color equivocado
Otro factor que puede explicar un fallo en la mala impresión de los colores es el estar trabajando con un perfil de color inapropiado.
De esta forma, el perfil CMYK es el indicado para los archivos que se van a imprimir (los colores varían ligeramente con respecto al perfil RGB). Desde Nakal, te recomendamos trabajar tus fotografías, ilustraciones y diseños desde un principio con CMYK si la función final de la imagen es ser impresa.
Cabezales sucios u obstruidos
Si el quid del problema no reside en la falta de tinta o en la carga del tóner, revisa la limpieza de los cabezales (sobre todo si en la mayor parte de las impresiones que realizas aparece de forma reiterada una zona vacía). Este tipo de problemática se produce por la acumulación de tinta seca.
Si bien algunos modelos de impresora realizan una limpieza de forma periódica de los cabezales (incluso cuando no la estás usando), no todos los dispositivos cuentan con esta funcionalidad (más aún si hablamos de equipos domésticos). En ese caso, no te quedará otra que limpiarlos por tu cuenta.
Después de la labor de limpieza, deberías realizar una impresión del patrón de prueba para asegurarte de que tanto color como tinta negra se imprimen de la forma correcta.
Cabezales desalineados
Si cuando imprimes aparecen rayas donde no debería haberlas o mezclas no deseadas de colores junto a zonas totalmente vacías, entonces seguramente te encuentres ante un problema de cabezales mal alineados.
Sea porque hayas movido de forma brusca el equipo, porque este haya recibido un golpe o simplemente por el uso continuado, los cabezales puede que se hayan desalineado.
En este caso, el propio software de la impresora te proporcionará la solución. Accede desde tu ordenador a las labores de mantenimiento de tu dispositivo y selecciona “Limpieza de cabezales” o “Alinear cabezales” (depende del equipo). Ahora solo tendrás que seguir los pasos que aparezcan en pantalla.
Cabezales dañados
Si ninguna de estas soluciones ha resuelto tu problema, lo más seguro es que los cabezales de tu impresora estén dañados y requieran de la reparación de un equipo técnico profesional.
Si tu dispositivo está en garantía, no lo dudes: consulta con el correspondiente servicio técnico. Si no lo está, quizás te compense, a nivel económico, adquirir un nuevo equipo profesional.
Consulta con nosotros sin ningún tipo de compromiso y encantados te diremos cuál es la mejor opción para ti según la actividad de tu empresa y las necesidades de impresión que puedas tener.